¿Qué es el ambiente preparado?
Podemos partir del ejemplo del útero materno como el primer ambiente preparado que habitamos. Se trata de un espacio seguro, donde nos sentimos protegidos. Es un lugar que cubre todas nuestras necesidades básicas (temperatura, protección, comodidad, sueño, alimento, amor…).
Ambiente preparado emocional
- El adulto preparado: el primer paso para poder crear un ambiente externo, es prepararnos como adultos a nivel interno. Esto nos ayudará a conectar con nuestros hijos y con nosotros mismos, a detectar sus necesidades y las nuestras, con el fin de poder crear el espacio que toda la familia necesita.
¿Cómo crear un ambiente preparado en casa?
- A la hora de diseñar el ambiente, lo primero que tenemos que tener en cuenta, como hemos dicho antes, es las necesidades de la familia. Que lo que preparemos, se adapte a las necesidades de cada miembro, teniendo en cuenta la edad de nuestros hijos y los espacios necesarios para los adultos.
Tres cosas a tener en cuenta:
- Que el ambiente sea accesible: que nuestras hijas/os se puedan desenvolver de la forma más autónoma posible, teniendo a su alcance lo que necesitan. Teniendo muebles a su altura:
- Alguna silla donde puedan sentarse apoyando los pies en el suelo.
- Algún punto de acceso al agua para poder tener autonomía a la hora de lavarse.
- Algún lugar de almacenaje en la cocina donde puedan tomar y volver a guardar sus platos/vasos, etc.
- Fundamental para la cocina la torre de aprendizaje, que permite que los peques alcancen la altura necesaria para participar en la preparación de comidas o para observarnos mientras cocinamos.
- Estanterías a su altura donde puedan alcanzar sus libros y materiales/juguetes.
- Otras actividades que pueden realizar solos desde muy pequeños: tener una botella o un grifo a su altura para que se puedan servir agua, percheros a su altura para colgar el abrigo y la mochila, estanterías para coger su propia ropa.
- Tener las camas a ras del suelo. Esto ayudará a que cuando se despierten, desde muy pequeños, ellos mismos puedan bajarse de la cama.
Todas estas son actividades que los peques pueden empezar a practicar desde muy pequeños si tenemos todo preparado para ello.
Es necesario ponernos a la altura de nuestros hijos y pensar cómo se va a ver cada espacio desde su perspectiva. Esto puede ayudarnos a detectar posibles peligros y obstáculos (enchufes, cables, muebles pesados sin sujetar a la pared, esquinas puntiagudas, etc).
2. Tener pocas cosas y bien colocadas. “Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”, con el fin de que nuestros hijos puedan saber donde va cada cosa y poder encontrar y ordenar fácilmente. En los primeros años las niñas/os atraviesan el periodo sensible del orden (alrededor de los 2 años), por lo que el orden y el tener pocas cosas les va a ayudar a comprender y acotar el mundo en el que viven.
Los juguetes concretamente, es mejor tener a su vista pocos, sencillos, de calidad y bien cuidados. Tenerlos bien colocados en un lugar de fácil acceso. Podemos dejar a mano los que más usan y guardar el resto en un lugar apartado donde no estorben y cada cierto tiempo irlos cambiando.
3. Que el ambiente sea atractivo: El espacio debe buscar la armonía y belleza. Colores agradables, alguna foto o ilustración que nos guste para decorar las paredes, plantitas que llenen de vida y color algún rincón.
Para los momentos de frustración o malestar: Tener una zona en la que podamos aislarnos y estar tranquilos. Preparar un rincón por ejemplo con una alfombra y cojines, un espacio acogedor, con cosas que nos puedan llevar a la calma como pelotas antiestrés u objetos sensoriales (tanto para los adultos como para los peques).
Ventajas del ambiente preparado montessori en casa
La primera ventaja que se nos viene a la cabeza es la autonomía, pero tiene muchas otras ventajas como la sensación de satisfacción de hacer las cosas por ellos mismos desde muy pequeños, el decirse ellos mismos: “yo si puedo” les llena de seguridad, de autoconfianza y les anima a seguir buscando su autonomía.
Cómo preparar el ambiente cuando hay diferentes edades: preparar diferentes espacios teniendo en cuenta la necesidades de cada uno. Ver los conflictos que puedan surgir como un aprendizaje: paciencia, tolerancia a la frustración, etc.
El ambiente no es algo estático, sino que va evolucionando con el desarrollo de nuestros hijos/as.
También se puede acondicionar desde muy pequeños un espacio de juego que fomente el movimiento libre, ya sea con un tapete o una pequeña alfombra sobre la cual nuestro bebé pueda ir conociendo su cuerpo y alcanzando hitos del desarrollo motor tales como girar, reptar, voltearse, sentarse, gatear y caminar.
Tener un ambiente preparado en casa no solo es importante para el desarrollo de nuestros hijos, si no también para nuestro autocuidado.